Este día se celebra de manera internacional el 15 de mayo de cada año, sin embargo, en México lo celebramos el primer domingo de marzo y tiene su origen en el gobierno de Vicente Fox, en el año 2005, impulsado por diversas organizaciones con la finalidad de fomentar la integración y unión familiar, así como resaltar la trascendencia social de la familia y edificar una cultura favorable a ella, a través de la educación, de igual forma se busca crear conciencia de la importancia de los hogares familiares, con el propósito de hacer frente y crear políticas públicas orientadas a proteger los vínculos de sus integrantes.
Mientras que, a nivel internacional, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que el Día Internacional de las Familias se celebra el 15 de mayo de cada año desde 1994, para crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para los niños y los jóvenes.
Pero ¿por qué la familia es tan importante? De acuerdo con la Real Academia de la Lengua, la familia es “un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas” así como un “grupo de personas relacionadas por amistad o trato”.
La Declaración Universal de Derechos Humanos, en su artículo 16 nos dice que, la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.
Si profundizamos un poco, nos daremos cuenta de que la familia es la red básica o primaria de las relaciones sociales. Y es que en esta se inicia la transmisión de valores, el desarrollo afectivo y una influencia importante para el futuro comportamiento de los individuos. Por ello, el INEGI señala que la familia representa una gran riqueza para la observación y comprensión de los fenómenos sociales, culturales, demográficos y económicos. En la familia se reproducen, en cierta medida y en pequeña escala, distintas normas y comportamientos sociales, se observan las pautas de producción y reproducción, se crean e intercambian lazos de solidaridad y comprensión, sentimientos, problemas y conflictos, y se establecen los primeros esquemas de autoridad y jerarquía, con relaciones de poder y dominación entre generaciones y géneros, entre otros aspectos.
Es importante señalar que el núcleo tradicional o común de las familias está conformado por padres e hijos. Posteriormente, a la red de parentesco se puede añadir a familiares como abuelos, primos, tíos, sobrinos, cuñados, etcétera. Sin importar que haya o no una relación sanguínea.