Cambio climático y temperaturas récord

Artículos de interés

El cambio climático ya no es una teoría ni una advertencia para las futuras generaciones. Es una realidad que afecta al planeta hoy. En todo el mundo se están registrando temperaturas récord, eventos climáticos extremos y alteraciones en los ciclos naturales. La Tierra está más caliente que nunca desde que hay registros, y eso tiene consecuencias directas en la vida de millones de personas.

Según la Organización Meteorológica Mundial, el año 2023 fue el más caluroso desde que existen registros confiables. El planeta superó por primera vez el umbral simbólico de 1.5 °C por encima de los niveles preindustriales durante varios meses consecutivos. Ese aumento promedio de temperatura global puede parecer pequeño, pero sus efectos son devastadores: olas de calor más intensas, incendios forestales incontrolables, huracanes más poderosos y lluvias más erráticas.

El deshielo de los polos avanza, los océanos se calientan, y la biodiversidad se reduce a un ritmo preocupante. La crisis climática no es solo un problema ambiental: es una amenaza para la salud, la economía y la seguridad de las personas en todo el mundo.

¿Qué lo está provocando?

El principal causante es el aumento de los gases de efecto invernadero (GEI), como el dióxido de carbono (CO₂) y el metano (CH₄), generados por actividades humanas: uso de combustibles fósiles, deforestación, ganadería intensiva y producción industrial, entre otros.

Estos gases atrapan el calor del sol y lo retienen en la atmósfera, provocando el famoso “efecto invernadero”. Aunque todos los países contribuyen en distinta medida, el calentamiento global es una responsabilidad compartida… y sus impactos, desigualmente repartidos.

México: en el ojo del huracán climático

Aunque México solo genera alrededor del 1.3 % de las emisiones globales de GEI, es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Su diversidad geográfica —con costas, desiertos, selvas y zonas montañosas— lo expone a múltiples riesgos.

En los últimos años, el país ha batido récords preocupantes:

  • Temperaturas extremas: en mayo de 2023, se registraron hasta 49.5 °C en algunas regiones del norte y sureste del país. Más de mil municipios activaron alertas por calor extremo.
  • Sequías prolongadas: en 2024, más del 70 % del territorio nacional enfrentó algún nivel de sequía, afectando a millones de personas, cultivos y animales.
  • Baja disponibilidad de agua: presas como las del Sistema Cutzamala —que abastecen al Valle de México— operaron por debajo del 40 % de su capacidad.
  • Afectaciones a la salud: los golpes de calor, la deshidratación y las enfermedades respiratorias se han incrementado en temporadas calurosas. Solo en 2024, hubo más de 2,000 hospitalizaciones por calor extremo.

¿Cómo nos afecta directamente?

  1. En la salud: el calor extremo aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias y dermatológicas. También afecta más a niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.
  2. En la alimentación: las sequías reducen la producción agrícola. Estados productores de maíz, frijol o frutas han reportado caídas de hasta 20 % en sus cosechas.
  3. En el agua: con menos lluvias y más evaporación, los cuerpos de agua naturales y las presas están en niveles mínimos. La escasez afecta hogares, industrias y agricultura.
  4. En la energía: la alta demanda eléctrica por el uso de ventiladores y aires acondicionados genera sobrecargas y apagones, como ocurrió en varios estados durante las olas de calor recientes.

¿Qué podemos hacer?

Si bien se requieren acciones globales y decisiones gubernamentales firmes, a nivel individual y comunitario también hay mucho que podemos aportar:

  • Reducir el uso del automóvil particular, apostando por la bici, caminar o transporte público.
  • Ahorrar agua en casa, reparar fugas y reutilizar el agua cuando sea posible.
  • Consumir de manera más consciente: preferir productos locales, de temporada y con menor impacto ambiental.
  • Reforestar y cuidar áreas verdes, especialmente en zonas urbanas.
  • Participar e informarse, exigiendo a gobiernos y empresas políticas responsables con el medio ambiente.

El cambio climático no es ajeno ni lejano: ya afecta el presente de millones de personas en México. Pero también representa una oportunidad para repensar nuestros hábitos, exigir políticas públicas más ambiciosas y adaptarnos con resiliencia.