Gastronomía mexicana, los sabores de la fiesta

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Si hay algo que une a México durante septiembre es la comida. Las fiestas patrias no solo son desfiles y gritos de independencia, también son una explosión de sabores que representan siglos de tradición. En 2010, la UNESCO declaró a la gastronomía mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y cada 15 de septiembre las mesas de millones de hogares confirman por qué.

Los clásicos de septiembre

  • Chiles en nogada: Platillo originario de Puebla que combina lo dulce, lo salado y lo picosito. Sus colores representan la bandera de México, y solo está disponible en temporada porque la nuez de castilla y la granada se cosechan en estos meses.
  • Pozole: Una preparación prehispánica hecha a base de maíz nixtamalizado. Se estima que durante las fiestas patrias se consumen más de 120 mil toneladas de pozole en todo el país.
  • Tostadas, pambazos y sopes: Platillos callejeros que acompañan a la perfección cualquier reunión.

La bebida que no puede faltar

El tequila y el mezcal son protagonistas, pero también aguas frescas como horchata, jamaica o tamarindo, que aportan ese toque familiar. Curiosamente, septiembre es uno de los meses con mayor consumo de cerveza en México, solo por debajo de diciembre.

Un acto de identidad

Lo más interesante es cómo cada familia adapta los platillos: en el norte se prepara pozole rojo, en el centro suele ser blanco, y en Guerrero se sirve verde. Este mosaico de sabores refleja la diversidad cultural del país y refuerza la idea de que comer también es un acto de identidad nacional.