El Grito de Dolores, que celebramos cada 15 de septiembre, marca el inicio de la lucha por la independencia de México en 1810, cuando Miguel Hidalgo y Costilla, un cura del pequeño pueblo de Dolores (hoy Dolores Hidalgo, Guanajuato), incitó al pueblo a levantarse contra el dominio español. En 2024, conmemoramos el 214 aniversario de este evento histórico, que no solo es clave para la historia de México, sino también una de las fiestas más vibrantes y emocionantes del país.
Lo curioso del Grito de Dolores es que, aunque siempre lo imaginamos como un acto muy organizado, en realidad fue algo bastante improvisado. Hidalgo y los conspiradores originalmente planeaban iniciar el levantamiento el 1 de octubre, pero fueron descubiertos por las autoridades virreinales. Entonces, Hidalgo no tuvo más opción que adelantarse y, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, tocó las campanas de la iglesia para reunir al pueblo. No se sabe con certeza qué palabras exactas pronunció, pero la esencia fue clara: un llamado a luchar por la libertad contra la opresión española. Algunos creen que el famoso grito de “¡Viva México!” y “¡Muerte al mal gobierno!” fue parte de esa arenga, aunque las versiones han variado con los años.
Un dato interesante es que el Grito no siempre se ha celebrado el 15 de septiembre por la noche. Fue durante el gobierno de Porfirio Díaz que la celebración se movió a esa fecha, coincidiendo con su cumpleaños. Esta tradición persiste hasta hoy, y cada 15 de septiembre, el presidente de México, desde el balcón de Palacio Nacional, recrea el Grito de Dolores ante miles de personas.
Más allá de los actos protocolares, el Grito de Independencia es una celebración llena de anécdotas coloridas y tradiciones locales. Las plazas principales de cada ciudad se llenan de música, fuegos artificiales, comida tradicional como los chiles en nogada (platillo icónico de esta temporada), y, por supuesto, las banderas ondeando por todas partes. Es una fiesta que une a los mexicanos, recordándonos el valor de aquellos que lucharon por una patria libre y soberana. ¡Es imposible no sentir el orgullo patrio cuando suenan las campanas del Grito!