En México, el promedio de lectura es de apenas 3.7 libros al año, según el INEGI. Si comparamos esta cifra con países como Finlandia, donde las personas leen en promedio 47 libros al año, es evidente que la lectura no es un hábito arraigado en nuestra cultura. Sin embargo, leer no solo es una actividad de entretenimiento, sino una herramienta poderosa para el desarrollo personal y profesional. Fomentar el hábito de la lectura puede mejorar la concentración, ampliar el vocabulario, reducir el estrés e incluso fortalecer la memoria.
¿Por qué nos cuesta leer?
Existen varias razones por las cuales muchas personas no leen con frecuencia:
- Falta de tiempo: La rutina laboral y las responsabilidades diarias dejan poco margen para actividades personales.
- Asociación con la obligación: Muchas personas ven la lectura como algo tedioso debido a experiencias escolares en las que se les obligaba a leer sin disfrutarlo.
- Distracciones digitales: Con el auge de las redes sociales y el contenido audiovisual, la lectura ha sido desplazada por otros tipos de entretenimiento más inmediatos.
Estrategias para desarrollar el hábito de la lectura
- Leer sobre temas de interés: No es necesario empezar con clásicos de la literatura si no te llaman la atención. Si te gustan los deportes, los negocios, la historia o la ciencia ficción, busca libros sobre esos temas. Leer debe ser placentero, no una tarea.
- Establecer un tiempo fijo al día: Dedicar al menos 10 a 15 minutos diarios a la lectura ayuda a convertirla en una rutina. Puede ser antes de dormir, en el transporte público o durante el descanso en el trabajo.
- Aprovechar formatos alternativos: Si te cuesta trabajo leer en papel, puedes probar con libros digitales o audiolibros. Escuchar un libro mientras caminas o haces ejercicio también es una forma válida de consumir contenido literario.
- Llevar siempre un libro contigo: Tener un libro en la mochila, el coche o el teléfono (en versión digital) permite aprovechar cualquier momento libre para leer, en lugar de recurrir al celular para revisar redes sociales.
- Unirse a comunidades de lectura: Compartir opiniones sobre libros con otras personas puede hacer que la experiencia sea más enriquecedora y motivadora. Hay clubes de lectura presenciales y en línea donde se recomiendan libros y se comentan capítulos semanalmente.
- Fijarse metas realistas: No es necesario empezar con la meta de leer un libro a la semana. Se puede iniciar con uno al mes o incluso uno cada dos meses. Lo importante es la constancia.
Beneficios de leer con frecuencia
- Mejora la concentración y la capacidad de análisis.
- Reduce el estrés, ya que permite desconectarse de las preocupaciones diarias.
- Aumenta el vocabulario y mejora la ortografía.
- Impulsa el desarrollo profesional, pues muchas habilidades laborales pueden fortalecerse con la lectura.
Fomentar la lectura no es complicado, pero requiere intención y constancia. No importa el formato ni el tipo de libros que se lean; lo esencial es convertirlo en un hábito que enriquezca la vida personal y profesional.
